Los mejores libros de Simone De Beauvoir

Conoce cuales son los libros imprescindibles de esta pensadora y activista francesa. Notarás que sus ideas siguen tan vigentes como cuando fueron escritas.

Si bien hoy tiene una mayor intensidad, la lucha del colectivo de mujeres en América Latina no es nueva. Si bien es cierto que ganaron visibilidad y consiguieron ocupar puestos de poder y jerarquía antes limitados a los hombres, la presencia de las mujeres necesita reafirmarse a diario.

Hubo y sigue existiendo una literatura prolífica sobre el rol y las conquistas obtenidas, así como las violencias y los micromachismos que aún permean las relaciones humanas. No es algo nuevo tampoco. En el siglo XX ya existieron pensadoras y escritores que pusieron el cuerpo por un mayor reconocimiento para los derechos femeninos.

Seguro la has oído nombrar. Pero si de verdad te interesa conocer e historizar cuáles fueron las grandes marcas de este posicionamiento de género debes saber cuál es el mejor libro de Simone de Beauvoir. Acercarte a su obra te permitirá entender muchas reivindicaciones atemporales.

• Por qué leer a Simone De Beauvoir
• Principales obras de Simone De Beauvoir
• Cuál es el legado de Simone De Beauvoir

¿Por qué leer hoy a Simone De Beauvoir?

Fallecida en 1986, tanto como filósofa, escritora y profesora la huella pública de Simone De Beauvoir usó distintos tonos en sus intervenciones. Además atravesó distintos géneros literarios como la novela, el ensayo, la poesía e incluso el teatro.

En ese sentido, su vínculo afectivo con Jean Paul Sartre fue clave para el desarrollo de la filosofía no sólo en Europa sino también en todo Occidente.

Más allá de que hayan pasado los años, su obra puede leerse con una vigencia notable. Triste al repasar las desigualdades que aún prevalecen en las sociedades de todo el continente.

¿Cuáles son las obras más importantes de Simone De Beauvoir?

Fundadora de la Liga por los Derechos de la Mujer y partícipe de luchas con compromiso en la reivindicación de las minorías, Simone De Beauvoir fue parte activa de su momento histórico.

Así como ponía el cuerpo en manifestaciones, su palabra escrita sirvió para dejar testimonio, no solo a través de la ficción, de causas que la tenían como referente.

Leída por distintas generaciones, su obra singular y numerosa sirve como una ventana a la reivindicación femenina y el espacio que debe ocupar en la sociedad moderna.

“El segundo sexo” (1949)

Se trata de su obra cumbre y es la que sienta las bases del pensamiento feminista. Al analizar de forma crítica al sistema patriarcal, la autora indaga en el modo en que la historia y la cultura contribuyeron a la desigualdad entre géneros.

A partir de la sexualidad, el matrimonio y la maternidad entre otros roles es que problematiza el lugar secundario de la mujer a la vez que es un llamado a que las mujeres abandonen ese lugar subalterno. 

“La invitada” (1943)

La primera novela que publicó fue también una de las más exitosas en su bibliografía. A partir de un triángulo amoroso entre dos adultos y una jovencita, se exploran los dilemas humanos de la moral y la libertad a la hora de aclarar los sentimientos. Inspirada en la filosofía es leída también como una forma de cuestionar el modelo básico de la familia burguesa.

“Las bocas inútiles” (1945) 

Estrenada en 1945 es la única obra de teatro que publicó. Con su título refiere a las bocas de aquellos marginados en la ciudad sitiada de Vaucelles, entre ellas mujeres que no combaten pero que igual hay que alimentar. El punto de quiebre es cuando ellas deciden no esperar a sus maridos del frente de batalla y actuar por sí mismas.

“Los mandarines” 1954 

Otra de sus novelas célebres y premiadas, aquí ambientada en el clima de posguerra francés donde se ponen en escena las relaciones humanas, desde la amistad hasta el amor. Con un estilo narrativo introspectivo retoma tópicos claves de su obra como las tensiones entre la libertad individual y las convenciones del medio social.

“Memorias de una joven formal” (1958)

Se trata de un libro autobiográfico que repasa desde la infancia hasta la juventud de Simone De Beauvoir. A la vez que un retrato íntimo, la narrativa acompaña los sucesos de Francia durante el Siglo XX así como las luchas y desafíos propios del campo intelectual en el que fue ganándose su lugar. La joven formal del título nunca dejó de lado su pasión por el existencialismo. 

“La mujer rota” (1967)

Reúne tres relatos narrados por tres mujeres distintas, entre ellos el que da nombre a la obra. A partir de ese eje indaga en la vejez, la soledad y la ruptura con los vínculos más íntimos desde una mirada netamente femenina sin lugares comunes ni victimizaciones.

“Cuando predomina lo espiritual” (1979)

Si bien se trató de la primera novela que escribió antes de cumplir los 30 años, recién fue publicada a finales de los años setenta. A partir de cinco mujeres retratadas, se exponen los conflictos entre lo aparente y lo real junto al peso de la espiritualidad en la trama de decisiones cotidianas.

“La ceremonia del adiós” (1981)

Es una de las cumbres emotivas de la literatura contemporánea al describir como nunca el fin de una relación amorosa. En este caso, a través del deterioro de Sartre es una reflexión descarnada sobre la lucha contra la vejez, la enfermedad y la muerte. Puede leerse como una crónica del final de la relación entre dos filósofos notables tanto como una reflexión sobre cómo el ser humano se posiciona frente al inevitable paso del tiempo.

¿Cuál es la frase más importante de Simone De Beauvoir?

Así como “somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros” es una frase que resume a Sartre, si se pudiera definir en pocas palabras el ideario y el pensamiento de Simone De Beauvoir: “No se nace mujer. Una llega a serlo”

Hoy por hoy, en los distintos campos laborales las mujeres ganan protagonismo. Tanto para las profesiones más duras como para los servicios dedicados a la buena vida, tienen mucha presencia. No se trata de conformismo sino de sostener esas conquistas.

La obra de Simone De Beauvoir resiste el paso del tiempo y sigue alumbrando a nuevas lectoras para que hagan de cada página un instrumento de resistencia.